Plena mujer, manzana carnal, luna caliente,
espeso aroma de algas, lodo y luz machacados,
qué oscura claridad se abre entre tus columnas?
Qué antigua noche el hombre toca con sus sentidos?
Ay, amar es un viaje con agua y con estrellas,
con aire ahogado y bruscas tempestades de harina:
amar es un combate de relámpagos
y dos cuerpos por una sola miel derrotados.
Beso a beso recorro tu pequeño infinito,
tus márgenes, tus ríos, tus pueblos diminutos,
y el fuego genital transformado en delicia
corre por los delgados caminos de la sangre
hasta precipitarse como un clavel nocturno,
hasta ser y no ser sino un rayo en la sombra.
17 ago 2010
9 ago 2010
- Orgullosa y Feliz! Miembro de la SOKA GAKKAI -
Los doce millones de miembros del orbe entero que integran la Soka Gakkai Internacional (SGI) profesan el budismo de Nichiren, una filosofía dinámica y profundamente enraizada en la vida cotidiana. La práctica budista conduce al fortalecimiento y la transformación interior del ser humano, es decir, a la "revolución humana" de cada individuo, gracias a lo cual, las personas asumen responsabilidad de sus propias vidas y contribuyen a la construcción de un mundo donde las culturas más diversas pueden vivir en armonía y paz.
Nichiren fue un reformista budista del siglo XIII que se basó en las enseñanzas del Sutra del loto. Este sutra, que aboga principalmente por el respeto a la dignidad de todas las formas de vida, sostiene que todas las personas poseen y pueden manifestar la naturaleza de buda, un estado ilimitado e inherente de libertad que permite crear valor en cualquier circunstancia.
A través de la práctica del budismo, surge desde lo más íntimo del individuo una transformación positiva, que convierte el temor en coraje, los impulsos más engañosos en sabiduría, y el egoísmo en profunda empatía y solidaridad con los demás.
Nichiren fue un reformista budista del siglo XIII que se basó en las enseñanzas del Sutra del loto. Este sutra, que aboga principalmente por el respeto a la dignidad de todas las formas de vida, sostiene que todas las personas poseen y pueden manifestar la naturaleza de buda, un estado ilimitado e inherente de libertad que permite crear valor en cualquier circunstancia.
A través de la práctica del budismo, surge desde lo más íntimo del individuo una transformación positiva, que convierte el temor en coraje, los impulsos más engañosos en sabiduría, y el egoísmo en profunda empatía y solidaridad con los demás.
4 ago 2010
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